Actualmente
no basta con tener un buen producto o servicio, es más, ni siquiera son relevantes
los esfuerzos desplegados en mejorar el producto o el servicio al extremo o
innovar en ellos pues, los beneficios de dichas innovaciones apenas si tienen
un pequeño impacto en los márgenes que actualmente cada vez son más pequeños y
que con mayor competencia se reducen como una tendencia casi natural. En este
contexto se requiere nuevos cambios creativos para hacer frente a las nuevas
condiciones del mercado. El problema es que el mercado ya no compra productos o
servicios, el mercado ahora compra beneficios y emociones. Ese es el nuevo
concepto en el cual hay que trabajar y en ese contexto la experiencia del
cliente o del usuario se vuelve la pieza clave para definir el nuevo escenario
del mercadeo actual. Como dijimos hace algún tiempo estamos ahora en la era del
marketing 5.0 (Ver http://max-schwarz.blogspot.com/2012/11/marketing-50.html ).
La
experiencia del Cliente es el conjunto de experiencias que el Cliente tiene a partir
de toda la cadena de contacto con la organización, la adquisición del producto o
el corredor del servicio que se usa con los proveedores y la empresa para
satisfacerlo. En toda transacción la experiencia del cliente incluye la toma de
consciencia, el descubrimiento de la oferta, la atracción hacia nuestra propuesta,
la interacción con la organización comercial, la transacción operativa de
compra, el contacto con el empaque, la experiencia de uso, la adhesión al
producto o servicio, los beneficios y la sintonía de fidelización con recordación
de marca para el largo plazo.
La
innovación en la experiencia del Cliente es la transformación constante en la
mejora de los espacios de contacto para que el Cliente se sienta cómodo, atraído,
interesado y satisfecho durante el proceso. La clave de la experiencia es el
proceso de mantener el interés en el producto, el servicio o la empresa ya que
el interés es justamente el principal motor de la motivación humana que se
potencia luego de superadas las necesidades básicas. Este mecanismo es operado
por el hemisferio derecho del cerebro por lo que los especialistas de mercadeo
trabajan actualmente en desarrollar condiciones para lograr una experiencia que
pueda traducirse en beneficios y emociones asertivas concretas que puedan ser capitalizadas
durante el proceso de la experiencia del Cliente.
Para
poder lograr mejorar la experiencia del Cliente, la organización primero debe
conocer esta experiencia con detalle para lo cual es necesario observar y
analizar detenidamente el proceso hasta lograr un auténtico mapa de puntos de contacto
de la organización, el producto o el servicio con el Cliente, de manera que
puedan establecerse lo puntos de contacto de manera simple y concreta para lograr
armar el mapa del corredor del Cliente el cual servirá para determinar los
aspectos, condiciones y momentos que deben ser revisados para la mejora. Una
vez concluido el análisis y mapeo del corredor se requiere desarrollar la lista
de condiciones, ambiente, contexto y mecanismos operacionales que permitan
mejorar cada punto de contacto teniendo especial cuidado de no retrasar el
tiempo del ciclo del proceso de manera que el interés pueda mantenerse durante
toda la experiencia.
Finalmente
debemos medir la satisfacción del Cliente de manera objetiva y apropiada (no
solo con simples encuestas) para determinar el impacto de la mejora o innovación desarrollada a nivel piloto y poder decidir su
aplicabilidad a la cadena comercial de la producción y el servicio. Este
proceso requiere asegurarse de lograr obtener niveles de servicios estables y
duraderos con amplia satisfacción para el Cliente que en tiempos modernos como el
actual es cada vez más informado, más exigente y sofisticado respecto de lo que
podemos ofrecerle en el mercado. (Ver también
http://max-schwarz.blogspot.com/2013/03/como-medir-la-calidad-de-los-servicios.html
).
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