Cada
vez encuentro con mayor sorpresa que se va extinguiendo la cultura del reporte
diario en las organizaciones. A las
personas les cuesta y les parece innecesario reportar diariamente, solo quieren
hacerlo mensualmente o semanalmente o solo cuando les sea solicitado justo cuando
las oportunidades de detectar desviaciones están ya absolutamente perdidas.
Recordemos que reportar como mínimo diariamente es una necesidad para poder
obtener datos primarios sobre los cuales podamos elaborar información sobre la
base de la cual podamos gestionar. La ausencia de datos es como la oscuridad y el vacío que no
permiten tomar decisiones informadas y no permiten avanzar seguros con la certeza
o incertidumbre que el caso requiere.
El
reporte diario no representa un trabajo adicional y debe ser parte de las
funciones y responsabilidades regulares de cada puesto de trabajo en la organización
en la medida lógicamente de su jerarquía y alcance en el proceso organizacional
que se desarrolla. En ese contexto el reporte de datos no tiene porqué representar
un problema mayor. Es impresionante la manera como las organizaciones gastan importantes
cantidades de recursos (tiempo y dinero) en construir datos y elaborar
información a partir de ellos siendo realmente muy pocos los datos transformados
en información que realmente sirven para la toma de decisiones en la organización.
Si un dato o información procesada a partir de este no sirve para la toma de
decisiones o no sirve para cumplir algún requisito legal o exigencia
contractual o regulatoria, entonces ese dato es caro, retrasa el tiempo, cuesta
y no sirve ni agrega valor a la organización empresarial y por lo tanto requiere
su eliminación o transformación tan pronto como sea posible.
El
reporte diario es el que permite hacer el seguimiento de las distintas variables
que componen los procesos industriales y del negocio para compararlos a nivel
de indicadores con las metas planteadas para la organización. Desde luego, algunos
indicadores podrán reflejarse diariamente para la toma de decisiones, otros
requerirán ser visualizados semanal, mensual, trimestral o incluso anualmente sin
embargo su construcción es siempre una métrica agregada que debe surgir
automáticamente de la acumulación agregada de los reportes diarios sea como
promedio o como suma acumulativa y no a partir de construcción de reportes de
las áreas que son acumulados y emitidos esporádicamente dando lugar a espacios
de manipulación o exponiéndose al riesgo de ser alterados por descuido,
imprudencia o en algunos casos negligencia durante su construcción.
Los
reportes diarios generan una cultura de control que cierra diariamente el
control operacional al momento del corte de operaciones para reporte con un alto
impacto en la toma de decisiones y constituye una filosofía que debe
cultivarse, estimularse y mantenerse para mejorar el esfuerzo de control en la
organización. La cultura de reportes requiere cuando la organización es grande
y compleja desde luego el desarrollo de sistemas informáticos de soporte que
permitan a los colaboradores reportar de una manera confiable y segura de forma
que las labores terminen con un reporte efectivo para la toma de decisiones en
la organización.
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