Los
sistemas de transito son muy importantes en la seguridad industrial de las
operaciones mineras para evitar accidentes, minimizar los riesgos y proteger al
personal que conduce, el personal que es transportado, el personal cercano en
la zona de operaciones, los equipos, los propios vehículos y las instalaciones
de la compañía.
El
primer aspecto que debe considerarse es la señalización y la especificación de
las restricciones de tránsito en mina como el sentido de circulación, las
velocidades máximas permitidas, la preferencia de paso (normalmente va primero
los vehículos de emergencia y luego la preferencia de paso se da del vehículo más
grande al más pequeño), los estándares de los caminos, vías de acceso, haul
roads, rampas, cruceros, rutas auxiliares y de emergencia incluyendo los anchos
máximos permitidos, los cruces autorizados, los radios máximos de giro
permitidos, las reglas de sentido diurno y las reglas especiales en caso de
circulación nocturna. Igualmente las normas que especifican el estacionamiento
en retroceso, el uso permanente de la doble tracción mientras ese encuentran en
instalaciones industriales o mineras y las luces encendidas en forma permanente
como medida complementaria de seguridad vehicular. Una vez completada la
señalización es necesario explicarla y hacerla parte de la evaluación previa
que los conductores deben tener antes de operar un vehículo en mina.
El
segundo aspecto tiene que ver con el estado y equipamiento de los vehículos que
van a operar en la mina considerando el equipamiento mínimo de accesorios a
bordo (doble llanta de repuesto, kit de herramientas, cadenas, conos, extintores,
kit de emergencia, pértiga, circulina, etc.) e incluyendo el estado mecánico operativo
de luces, frenos, jaula, cinturones de seguridad, espejos y otros componentes que
deben estar perfectamente operativos antes de la utilización del vehículo en la
mina. Actualmente la tendencia natural es a tercerizar el servicio mediante
contratos con fabricantes o proveedores de flotas grandes que permitan disponer
de un vehículo en las mejores condiciones de seguridad, incluir vehículos de
reten nuevos que puedan ser utilizados si se les requiere y tener disponible un
taller especializado para atender el mantenimiento debido.
El
tercer aspecto tiene que ver con la responsabilidad, autoridad, calificación y actitud
de los conductores. La responsabilidad es enteramente del conductor el cual
debe operar el vehículo únicamente si cuenta con la autorización debida y la calificación
interna para hacerlo. Para ello se debe diseñar e implementar escuelas de
certificación de conductores en todas las empresas mineras. Estas escuelas
deben acreditar conductores para los distintos tipos de vehículos industriales
y acreditarlos para operar dentro de mina o para salir de ella en caso el
trabajo lo requiera. La calificación debe incluir evaluación psicológica, examen
de condición física, conocimiento del sistema de tránsito desarrollado para la
mina, habilidad mecánica básica cuando el tipo de vehículo lo requiera, examen
de manejo con doble tracción y examen de conducción y estacionamiento del vehículo
en el que va a calificarse. Igualmente debe asegurarse que el conductor es la
autoridad máxima en el vehículo no pudiendo dejarse presionar por los pasajeros
para trasgredir las reglas del sistema de transito de la mina por razones de
seguridad.
La
actitud segura entre el personal es sin duda lo más importante y difícil de
lograr en los conductores de mina. Recordemos que la mayoría de los accidentes
de tránsito se presentan entre personal nuevo que recién ingresa al sistema o
la organización y también entre personal
muy experimentado que presenta un temerario exceso de confianza que genera riesgos
innecesarios y accidentes que lamentar.
Finalmente
es necesario destacar la importancia de introducir una cultura de la inspección
de vehículos a partir del usuario que los conduce de manera que se permita
asegurar las condiciones de operación y seguridad más elementales del estado
del vehículo antes de operarlo. Normalmente los vehículos industriales deben
contar con una bitácora a bordo que permita registrar las incidencias mecánicas
o de conducción que puedan ser verificadas por el área de mantenimiento vehicular
y por los propios conductores antes de ser utilizados en la operación. Estas bitácoras
deben revisarse obligatoriamente en forma frecuente para asegurar estar
informados y tomar las medidas preventivas y correctivas del caso antes de la utilización
de cada vehículo.
Evitar los accidentes es
una tarea de todos, la cultura de reportes permitirá detectar desviaciones tempranas
y corregir pequeñas fallas en la infraestructura, la actitud de los conductores
y el proceso de operación del sistema de tránsito para mejorarlo sin tener
accidentes que lamentar. Es necesario hacer un esfuerzo por obtener las mejores
condiciones de seguridad en la utilización efectiva de los vehículos que una operación
tan compleja como la minera requieren para su desarrollo.
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