viernes, 14 de diciembre de 2012

Prospectiva empresarial



La prospectiva empresarial es la técnica de la gestión que nos permite alcanzar exitosamente los futuros posibles que se pueden imaginar y diseñar en el mundo de los negocios. Es una técnica particularmente útil cuando se requiere fomentar la innovación y el desarrollo de nuevos productos, clientes y mercados en un escenario tan cambiante como la realidad empresarial actual.
Como sabemos la mayor fuente de innovación actual no es del producto ni del proceso sino de la organización para generar experiencia de usuario hacia el cliente. El mundo de hoy compra beneficios y emociones, no compra más productos o procesos, no basta con la producción y la calidad, ni siquiera bastan los servicios, se requiere algo más y en la medida que logremos innovar en la experiencia del usuario podremos alcanzar una posición competitiva en el mercado. La prospectiva puede ser clave para estimular la innovación en el mundo de los negocios.
La prospectiva se logra primero identificando los escenarios y estados futuros posibles que constituyen la base para la operación de prospección. Este primer paso es muy importante pues implica en reconocimiento tácito y explícito de las capacidades de la organización. Reconocer las capacidades no es sencillo más si se mira con ojos internos en la organización. Es necesario hacer un reconocimiento de capacidades en comparación objetiva con otras organizaciones, con el mercado y con las capacidades personales del recurso humano que compone la organización. Es necesario saber el potencial e imaginar creativamente futuros posibles, viables, factibles que mejoren nuestra posición competitiva sin tener que atarnos a patrones con cánones preestablecidos que nos puedan encasillar y cortar la creatividad del futuro imaginado. En suma, se trata de imaginar el futuro con libertad pero a la vez con gran sentido de la realidad, de la viabilidad y de la factibilidad del caso.
Una vez imaginado el futuro posible debemos internalizarlo en la organización para obtener una visión compartida del mismo y poder enriquecerlo con la participación de todos en los niveles estratégico, táctico y operativo (obviamente se requiere transmitir y socializar el mensaje en el lenguaje apropiado para cada nivel a consensuar). Este proceso se le conoce comúnmente como socialización del futuro posible para buscar un conceso organizacional que nos permita legitimarlo para la organización.

El paso siguiente es el diseño del futurible, es decir el diseño del futuro posible para lo cual a partir de los criterios de diseño fundamentados en las capacidades empresariales se debe lograr diseñar una ruta de actividades concretas y entregables que permitan alcanzar el futuro deseado. La Fase del diseño es al más compleja pues requiere diseño conceptual (diseño semántico, diseño topológico, diseño de espacios, diseño de estados logrables, diseño de redes de relacionamiento e interacciones, diseño de formas internas y de posición frente al contexto) y también requiere las especificaciones de la manera como se enlazan las actividades diseñadas, los medios que se requieren y los recursos (tiempo y costo) que serán consumidos en el camino. Tal como pueden apreciar diseñar el futurible no es sencillo pero con las dimensiones explicadas se hace más simple identificar las tareas y actividades que permiten llegar al futuro deseado. El diseño muestra la ruta detallada que permite lograrlo.
Una vez diseñado el futurible se debe ejecutar el programa de actividades de su diseño original y evaluarlo sistemáticamente para verificar su reacción en condiciones normales, anormales y de emergencia para ver su flexibilidad y capacidad de reacción frente a los cambios y determinar si es o no necesario realizar acciones preventivas o correctivas que permitan evitar o corregir cualquier desviación que pueda presentarse en el camino. Finalmente se realiza el proceso de evaluación de la experiencia a nivel estratégico, táctico y operativo de la organización para obtener la mejor retroalimentación posible que pueda mejorar o afinar el rendimiento del proceso logrado con el mayor beneficio para la organización. La técnica de prospectiva  es una herramienta de gestión muy interesante que deberíamos utilizar con mayor frecuencia para lograr innovar para competir con ventaja en el mercado.
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