El presente
es un breve intento por difundir
lo aprendido en experiencias exitosas de procesos de Monitoreo Compartido con
Comunidades (MCC) vinculadas a la minería como parte del mecanismo de
relaciones comunitarias y como proceso elemental de transparencia para la
obtención de la denominada “licencia social”.
El
Monitoreo Compartido con Comunidades (MCC) es un proceso realmente complejo
pues interrelaciona directamente factores de orden técnico con factores
sociales, culturales y humanos que requieren el desarrollo de un clima previo
de confianza aceptable que permita y se constituya a la vez en la base del
trabajo técnico, social y cultural que se conecta en procesos similares.
Los procesos
de Monitoreo Compartido con Comunidades (MCC) en el área de influencia de las
operaciones mineras cuentan con los siguientes factores críticos de éxito a
tener en consideración:
- Confianza entre las partes
- Alta coordinación con la Autoridad
- Esfuerzo de difusión y acceso
- Esfuerzo educativo de agentes monitores
- Selección de laboratorios de confianza
- Confección de una presentación de resultados simple, gráfica y efectiva
- Esfuerzo de metas ambientales sobre los resultados obtenidos
- Capacidad de respuesta de la organización y mecánica de mejora continua
En
la actualidad un conjunto de sectores principalmente anti-mineros han
encontrado que una de las formas de detener la implementación de nuevos
proyectos mineros es justamente generando dudas sobre la calidad ambiental del
entorno entre la población por medio de serias objeciones al monitoreo
ambiental y sus resultados centrándose
en interrumpir los procesos de
aprobación de los estudios ambientales que lo contemplan.
El
proceso de Monitoreo Compartido con las comunidades vinculadas al entorno de
las minas puede ser la alternativa esperada que permita un proceso continuo de
vigilancia compartida sobre la calidad ambiental del entorno de las unidades
mineras. Por ello es absolutamente necesario que se establezca un proceso
profesional para llevarlo a cabo de la manera más transparente y con la
suficiencia técnica que un proceso de esta naturaleza requiere. El presente
trabajo esboza los lineamientos de un proceso estándar para el desarrollo
exitoso de monitoreos compartidos con las comunidades.
En este contexto, la confianza es el
factor fundamental y decisivo para garantizar legítimamente los resultados del
proceso y obtener credibilidad de todas las partes interesadas. La confianza se
construye buscando establecer duraderas relaciones de largo plazo con las
distintas partes interesadas relevantes. En primer lugar es necesario desplegar
un mecanismo transparente de comunicación especificando interlocutores
apropiados al interior de la empresa minera y estableciendo un canal de
comunicación directo y de fácil acceso para las distintas partes interesadas.
El
primer paso para generar confianza debe ser realizado por la empresa minera.
Para ello es necesario adelantarse a los hechos y buscar directamente la
participación comunal en el proceso de toma de decisión respecto del proceso de
monitoreo. Es importante formar un Comité de Monitoreo Compartido y definir
facilitadores que la Comunidad pueda designar para el proceso en coordinación
con la compañía minera. Hay que tener presente que por su naturaleza el proceso
de monitoreo es un proceso técnico complejo que requiere de conocimiento de
métodos de muestreo, toma de muestras,
gestión de contra-muestras, preservación de muestras, rotulación, manejo de
protocolos, técnicas de QA/QC, conocimientos especializados de calibración y
manejo del instrumental y equipo monitor, técnicas de registro y conocimientos
de química y medio ambiente para la interpretación de los resultados. Es por
ello que resulta necesario establecer la necesidad de seleccionar y entrenar a
los agentes monitores y observadores oficiales que sean de confianza de la
comunidad para su respectivo entrenamiento y capacitación técnica. La compañía
Minera debe concentrar esfuerzos en la formación y capacitación de estos
agentes asegurándose en todo momento que solo se proceda a ejecutar el
Monitoreo Compartido si previamente este personal ha sido capacitado y
entrenado o garantiza competencia técnica para el desarrollo del mismo. En
algunas ocasiones dado que las comunidades no siempre pueden designar personal
propio a estas tareas, sin embargo pueden definir alguna institución, facultad
local o universidad cercana como su referente de confianza al cual hay que
empezar por capacitar y educar con la mayor transparencia y rigurosidad técnica
que sea posible para sostener el proceso.
El paso siguiente consiste en la selección y determinación del equipo
humano monitor por parte de la compañía minera para lo cual deberá
seleccionarse entre los técnicos de mayor experiencia para recibir capacitación
especializada. Es muy probable que el equipo interno del área medioambiental ya
sepa monitorear sin embargo es poco probable que lo haga regularmente ante la
presencia de observadores externos o de comuneros ante lo cual los pasos del
protocolo deben ejecutarse con la mayor rigurosidad y apego en aras de mantener
la transparencia del proceso. Es importante una capacitación y entrenamiento
previos así como la debida sensibilización en la importancia y trascendencia de
este proceso para la compañía y para las partes interesadas asociadas a este
proceso.
De igual
forma se debe integrar al (los) laboratorios de análisis a donde se irán
finalmente las muestras para ser analizadas y de donde se obtendrán los
resultados finales para la toma de decisiones provenientes del monitoreo. En
ese sentido es importante aclarar que para mayor transparencia deben ser las
propias comunidades las que identifiquen y determinen el laboratorio de su
confianza siempre y cuando estos cumplan con los requisitos mínimos de estar
inscritos ante INDECOPI y el MEM como acreditados oficialmente para hacer
análisis en el sector minero. Este concepto es muy importante y debe hacerse
conocer con el suficiente detalle a las
comunidades y a sus líderes y dirigentes pues no todos los laboratorios del medio
califican con los requisitos que se exigen para hacer los análisis requeridos.
Es imprescindible que las Comunidades puedan elegir el laboratorio que les
garantice la mayor transparencia y seguridad para velar por sus legítimos
intereses en el conocimiento de la realidad ambiental. En muchas ocasiones se
organizan recorridos guiados para que los dirigentes comunales y los líderes
específicos de la comunidad con la finalidad de acercarlos a que visiten el
laboratorio(s) y se aseguren de su disponibilidad de equipos, infraestructura,
métodos y hagan cuanta pregunta les pueda generar confianza en su proceder
técnico. En ese orden, una vez determinado el laboratorio se debe asegurar los
procedimientos de calibración y planear el proceso de Monitoreo Compartido con
la Comunidad (MCC) con el mayor detalle.
El programa
de Monitoreo Compartido debe contener:- Identificación y sustento de los lugares específicos de monitoreo relevantes para determinar la calidad ambiental de un área a estudiarse
- Plan de variables (parámetros físicos, químicos y biológicos a determinarse)
- Plan de Materiales para el proceso de monitoreo (Envases para la toma de muestras, etiquetas, preservantes, instrumental, equipos, accesorios, etc.)
- Registros necesarios para cumplir con el Protocolo de Monitoreo de la Calidad del Agua del Ministerio de Energía y Minas, los protocolos de monitoreo de aguas de la EPA, la ley de Aguas y las normas de referencia internacional del Banco Mundial.
- Programa de Monitoreo con el establecimiento de frecuencia y fechas definidas para la realización del proceso regular de monitoreo compartido
- Plan de recolección e integración de la información y logística de entrega de muestras al laboratorio determinado para su respectivo análisis.
- Plan de Flujo de Información de los resultados de los análisis desde los laboratorios hacia todas las partes interesadas
- Plan de Calidad para asegurar la confiabilidad de las mediciones efectuadas (QA/QC)
- Plan de Revisión, Análisis y Mejora Continua del sistema de monitoreo compartido con las comunidades
- Plan de Comunicaciones para mantener informados a las partes interesadas de los avances del proceso.
Es muy
importante desarrollar los componentes del programa con el suficiente detalle
para ser consistentes con la naturaleza técnica de un proceso de este tipo.
Estos componentes pueden ser rápidamente graficados y explicitados para la
población y sus dirigencias o liderazgos locales en programas hacia la
población en forma gráfica y en lenguaje sencillo utilizando mecanismos de
difusión directa que permitan utilizar la plataforma de comunicaciones que la
comunidad estime como confiable. Es importante resaltar que la manera como se
comunican los avances y los resultados interpretados se vuelve trascendental
para el éxito de programas similares en la minería con altos beneficios para
todas las partes interesadas y para las compañías mineras.
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