Para
alcanzar una industria competitiva se requiere contar con condiciones mínimas
de infraestructura básica que puedan sustentar una mayor eficiencia, eficacia, productividad
y seguridad en los procesos que la industria desarrolla. La competitividad de
la industria solo es posible alcanzarse si la infraestructura local en la que
se apoya puede lograrse a costos razonables.
A
manera de ejemplo podemos ver como los costos logísticos en el Perú pueden
llegar al 30% del costo total del producto mientras en Chile alcanzan un máximo
de 16%, México 18%, Colombia 21% (OECD 2012) sin comparar contra países como Singapur
o Estados Unidos donde apenas llegan al 8%, la pregunta automática que surge
es: ¿cómo podemos ser competitivos con esta enorme desventaja?. La respuesta es
casi inmediata: Solo la inversión en infraestructura es lo que reduce
directamente los costos logísticos transfiriendo competitividad de manera casi
inmediata a la industria local. En conclusión, si el Perú quiere seguir
creciendo al ritmo de 6 a 8% como lo ha venido haciendo hasta ahora, el mayor
freno que va a enfrentar será su propia infraestructura (en el Perú existe al 2012 un retraso de
más de 38mil millones de dólares en inversiones para infraestructura) y no
existe mejor momento histórico (ahora que tenemos reservas, existe mayor
inversión e interés de los inversionistas privados y la economía está
creciendo) que ahora para lograrla.
Los
puertos, aeropuertos, carreteras, servicios industriales (agua, energía, gas,
etc.) servicios logísticos (almacenes, transportes, sistemas de internet y comunicaciones,
etc.), servicios de saneamiento (agua y desague), electrificación industrial y
doméstica constituyen los principales componentes de la infraestructura necesaria
que permite la competitividad. Estas inversiones requieren desarrollarse por
medio de inversión pública directa o compartida por medio de las asociaciones
público-privadas con una visión de obras confiables para el largo plazo. La
inversión pública planificada es necesaria dado el alto costo y la gran
magnitud de los proyectos de infraestructura que se requiere desarrollar. La
infraestructura necesaria para la competitividad solo puede ser lograda a
partir de una sólida política de inversión pública para el desarrollo nacional
de largo plazo.
Según
nuestra experiencia las principales características que la infraestructura
industrial debe tener incluyen el uso de materiales de avanzada de alta
durabilidad, el uso intensivo de tecnología, un diseño preparado para rendir la
mayor calidad de servicio con el menor mantenimiento efectivo posible, un
diseño proyectado con holgura para crecer y servicios de soporte adecuado, un
diseño en forma diferenciada para el flujo de materiales vs el de personas y
principalmente basada en el uso de economía a escala para ofrecer los mejores
costos al usuario industrial y doméstico.
El
reto es enorme, en la medida que se avance con la infraestructura necesaria de
agua y desague, los problemas de salud se reducirán dramáticamente, en la
medida que lleguen las carreteras a los pueblos, se logrará dinamizar el
comercio y hacer viable el traslado de productos y servicios, en la medida que
acerquemos la infraestructura energética de generación eléctrica al sistema
interconectado ampliado lograremos que la industria tenga menores costos de
energía (el kilowatt-hora del sistema interconectado puede costar de 6 a 8
centavos de dólar mientras que el kilowatt-hora generado con grupos
electrógenos quemando petróleo tiene un costo que puede superar los 32 centavos
de dólar) y puedan instalarse en lugares donde puedan funcionar y dar trabajo
generando un polo de desarrollo que sea fuente del progreso y bienestar. De
igual forma es necesario recordar que tan importante como la infraestructura
física para el desarrollo es también la infraestructura educativa y del
conocimiento que debemos proveer. Es necesario contar con acceso a bibliotecas
técnicas, centros de transferencia tecnológica, bases de datos especializadas
en todos los niveles educativos, laboratorios y núcleos de investigación así
como internet de banda ancha y sistemas de comunicaciones accesibles para
lograr el desarrollo competitivo que necesitamos.
Finalmente como es de
suponer, en la medida que tengamos aeropuertos y puertos accesibles,
diferenciados, especializados y verdaderamente preparados para la exportación
industrial (no los mini-puertos o aeropuertos de juguete que hoy tenemos) se
logrará reducir los costos logísticos para lograr un menor precio para los
clientes finales con mayor competitividad para la industria peruana que tanto
queremos promover.
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