La
presencia de competencia empresarial en los mercados siempre agrega valor,
reduce los precios, mejora los servicios e incrementa las ganancias de los
operadores aumentando las ventas con un menor costo para el cliente. El trabajo
bajo mercados de competencia reduce significativamente los precios al cliente,
genera mayor eficiencia en las operaciones de producción y distribución alcanzando
mayor efectividad en la cadena de suministro para fortalecer la marca y construir
relaciones de confianza con clientes para el largo plazo. Los mercados que no
tienen competencia son siempre caros, ineficientes, ineficaces, con un mal
nivel de servicio y actúan bajo prácticas monopólicas que generalmente se
sustentan sobre la base de corrupción para sostenerse en el tiempo.
Los
monopolios de empresas o los oligopolios de clubes de empresas con altas cuotas
de participación en el mercado hacen que se genere una cara distorsión en el
mercado, como lo hemos visto en los casos peruanos de telecomunicaciones, petróleo, agua o las AFPs que son un grupo pequeño que también
requiere mayor competencia. Los resultados no han sido buenos, los servicios y
las coberturas no son las apropiadas, han generado un aletargante retraso en
las inversiones en infraestructura y han encarecido los precios para el cliente
generando un mayor costo en el mercado. Se requiere un cambio de apertura con condiciones equitativas para la entrada de nueva competencia al mercado.
Es
necesario fomentar la competencia en todos los sectores bajo igualdad de
condiciones en estricto respeto a los contratos y acuerdos para generar el
desarrollo. Solo la entrada de mayor competencia permite establecer mejores
tarifas elevando la calidad del servicio y dándole al usuario y al cliente la
oportunidad de escoger lo mejor de acuerdo a sus necesidades. Es necesario para
ello que la competencia sea transparente en la información brindada al cliente
para que los usuarios puedan comparar libremente al información del productos o
el servicio y así tomar decisiones informadas respecto a sus niveles de consumo
o preferencia por una empresa o marca en particular.
La
competencia siempre trae importantes beneficios para el mercado, estimula la
creatividad e innovación de las empresas y las obliga a volverse competitivas
generando relaciones virtuosas que logran mejorar la cadena de suministro y
comercialización de manera que puedan obtenerse mayores utilidades con un menor
costo para el cliente elevando la calidad del producto y el servicio. Exijamos
competencia en todos los sectores y acabemos con los monopolios estatales o
privados que no agregan valor, encarecen los precios y actúan de forma
ineficiente trasladando mayores costos al mercado. Es nuestra oportunidad para
que el consumidor pueda reaccionar en pro de un mercado más justo, competitivo
y responsable.
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