Es increible
lo que puede hacer la influencia política en las decisiones técnicas del
sistema público. Es evidente que para tomar decisiones técnicas se debe
recurrir a una base informada y confiable de alternativas factibles sobre las
cuales sea posible tomar una decisión. Sin embargo negar que la política tenga
un peso específico diferenciado o ignorar la influencia que la politica puede
tener es como intentar cubrir el sol con un dedo o intentar negar una realidad
inobjetable.
La política y
su influencia tienen un peso específico que influencia en mayor o menor grado
la mayoría de las decisiones técnicas que puedan tomarse en el sector público y
en ese contexto es necesario obtener los consensos necesarios para que las
mejores opciones técnicamente disponibles sean elegibles por los grupos de
influencia política de mayor representatividad y peso específico en las
decisiones finales que toma el aparato estatal.
La esfera
política requiere especial cuidado para alinear intereses entre los actores
involucrados de manera que pueda procurarse la mayor efectividad posible del
sistema público estatal. Esto supone que los interéses políticos deberían estar
alineados con los interéses supremos de desarrollo y bienestar para todos. Pero
eso no necesariamente es cierto, más aún en la mayoria de los casos es todo lo
contrario y más bien los intrereses políticos normalmente responden a grupos
socioeconómicos de interés particular que actúan como grupos de presión modificando el escenario
para la toma de decisiones. Esta realidad debe ser superada aspirando a una
maduración de la clase politica (una esperada maduración que los optimistas
esperamos se convierta en realidad) de manera tal que se pueda esperar unun
mayor alineamiento con el esfuerzo de personas calificadas y experimentadas
siendo asertivos para la conciliación que permita lograr los acuerdos
necesarios entre los distintos gruipos de interés que motivan las diversas
presiones políticas que se presentan.
El contexto de
desarrollo es tal que existen realmente muy pocas oportunidades de combinar
exitosamente una eventual bonanza económica con proyectos interesantes y con
recursos humanos competentes capaces de transformar la realidad en pro del beneficio
común, el progreso y el desarrollo. Cuando la combinación es factible y se
logra consolidar es cuando se requiere hacer las grandes y profundas
inversiones de tipo estructural que producen la transformación y que estan
vínculadas a dotar de infraestructura básica para la competitividad las cuales
se traducen en:
- Tecnología para el aprovechamiento de recursos y comunicaciones para el desarrollo
- Infraestructura directa para la competitividad con puertos, aeropuertos, carreteras electrificación, agua, desague, energía y polos de desarrollo articulados
- Conocimiento para liderar efectivamente la mejora de la calidad y el contenido educativo como factor fundamental de la transformación humana
- Ciencia, tecnología e innovación para generar la base de la gestión del conocimiemnto, el aprendizaje y el cambio que se requiere para la competitividad.
- Puesta en valor de la cultura y la marca país como base de valor agregado exportable sobre la base del orgullo nacional local.
Como podemos
apreciar la política como la conocemos mantiene siempre una fuerte dosis de influencia
en las decisiones técnicas del sistema público y aunque a veces esto es frustrante, no significa que
todo esté perdido pues esa es justamente una oportunidad que no podemos
desperdiciar y debemos aprovechar para articular de manera razonable un alineamiento asertivo en la
esperanza que los interéses y el esfuerzo político sintonicen coherentemente
con la necesidad de desarrollo, bienestar y progreso que todos merecemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario