El Perú requiere una infraestructura confiable, flexible, segura, moderna y eficiente para ser competitivo. Lamentablemente nuestros actuales puertos, aeropuertos, líneas de ferrocarril, carreteras, suministro de energía eléctrica e infraestructura de telecomunicaciones distan mucho de serlo como consecuencia de lo cual los costos logísticos en el Perú son de casi 33% como porcentaje del producto bruto siendo uno de los más altos de la región contra un 18% en Chile, 20% en México, 9% en USA y para compararnos internacionalmente contra un apenas 18% en China, 13% en India o apenas 8% en países como Singapur y Corea ahora que se compite en mercados globales.
El
hecho concreto es que el Perú mantiene un déficit de infraestructura cercano a
los 145Mil millones de dólares, aún en un contexto donde los fondos existen, la
economía crece lentamente pero crece a pesar de las crisis en un contexto de
economías vecinas quebradas o por quebrarse y la billetera del Perú al 2015 esta gorda
como nunca, siendo un verdadero despropósito que no se haya corregido este
enorme retraso en infraestructura para ser competitivos. El retraso en la infraestructura básica principal de la que adolece el Perú del 2015 puede desglosarse de la siguiente manera:
Infraestructura Carretera $25 Mil Millones
Infraestructura ferroviarias $15Mil Millones
Infraestructura Portuaria $35Mil Millones
Infraestructura Educativa $20Mil Millones
Infraestructura de Salud $15Mil Millones
Infraestructura Aeronáutica $15Mil Millones
Infraestructura Eléctrica $15Mil Millones
Infraestructura de Telecomunicaciones $5Mil Millones
Los
ejemplos saltan a la vista, basta ver el drama que representa la actual carretera
central que permite el flujo de minerales, alimentos y el movimiento comercial
de miles de personas de una manera absolutamente ineficiente ante la ausencia de
ferrocarriles que pueden transportar grandes volúmenes de mercadería y
materiales a costos muy bajos. Si existiera un ferrocarril de Cusco o
Andahuaylas a la costa cerca de 17 megaproyectos de fierro serian viables y hoy
no lo son porque el flete hace inviables los proyectos de fierro de alta ley en esas
regiones. Nuestros puertos son de juguete, no tenemos puertos con capacidad
para barcos de más de 70mil TM con lo cual las grandes exportaciones no pueden
salir a costos competitivos, la logística en el Callao es apenas limitada y los
puertos internos aún son muy pequeños para ser competitivos.
El
Perú no cuenta con carreteras que permitan acceder a las ciudades de la selva,
por lo tanto todo el potencial de biodiversidad que tenemos no puede salir al
mercado de manera competitiva, nuestro aeropuerto tan premiado por ser el mejor
de Sudamérica para el turismo sin embargo ni siquiera tiene segunda vía
completa para la exportación aérea industrial ni pistas dedicada para la carga
aérea internacional masiva, los aeropuertos de provincias ni siquiera cuentan
como infraestructura competitiva. La infraestructura eléctrica no se queda
atrás, durante años para promover equivocadamente el gas se prohibió hacer
hidroeléctricas que son una de las energías más limpias y competitivas del
mundo, como consecuencia de lo cual tenemos un retraso en la infraestructura
eléctrica donde la actual demanda supera a la oferta en un 35% para atender
nuestras nuevas demandas de crecimiento empresarial. En telecomunicaciones,
banda ancha, servicios de internet y banca para la inclusión financiera aún
estamos en pañales para ser competitivos. Se requiere un cambio urgente y una
fuerte dosis de inversión en infraestructura que permita dotar de
competitividad al país. Basta de diagnósticos, es el momento de invertir para el sector publico y para el sector privado por medio de las asociaciones publico-privadas que el Perú necesita para sustentar su crecimiento de forma competitiva.
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