martes, 28 de enero de 2014

La nueva economía mundial de inicios del siglo XXI

Cada vez es más claro como el delicado sistema económico mundial de inicios del siglo XXI se presenta en continuo cambio, transformación y evolución en los distintos mercados del planeta. El impacto de la crisis económica y financiera del 2008 ha originado cambios en las operaciones, la presencia de nuevos actores, el reciclaje de viejos y conocidos modelos de negocio, nuevas formas de asociación empresarial, nuevas fusiones, adquisiciones, rescates y reestructuraciones financieras hasta el extremo de lograr un contexto económico internacional en el cual el mercado se ve inyectado e inflado con la emisión de salvataje de miles de millones de dólares a partir de los bancos centrales con la FED a la cabeza que buscan nivelar y superar los problemas en la medida que la producción y el mercado de las economías más poderosas del mundo en América, Europa y Asia puedan absorber en el corto plazo sin generar una aparente inflación que deba preocuparnos.

El problema es que estas emisiones indiscriminadas no duran para siempre y no se puede seguir inyectando desde los bancos centrales paquetes de rescate a las economías emitiendo billetes que no tienen respaldo real sin generar una inflación latente que tiene que reventar y corregirse por su propio peso en algún momento del tiempo. En realidad si la cantidad de dinero presente que ha inundado el mercado por las enormes inyecciones de efectivo tuviera respaldo en oro, el precio de la onza tendría que superar los 15mil dólares por onza para ser consistentes con la realidad de la masa monetaria presente para este 2014. Esto no ocurre en la realidad, por lo tanto lo que tenemos es una onza de oro a 1250 dólares que constituye la cruda realidad de mercado en el contexto económico coyuntural de una enorme cantidad de dinero en el mercado que se convierte en papel sin sustento real.

En este contexto suceden fenómenos curiosos, por ejemplo la demanda de oro se muestra  sostenidamente creciente en particular por los consumos de China e India, en el primer caso la demanda ha crecido notoriamente principalmente en forma de concentrados de oro que son refinados en China en un contexto donde China compra a Irán petróleo con oro y no con dólares porque simplemente Irán no acepta dólares. En el caso de la India la demanda también ha crecido aunque el contexto es un poco diferente pues hay un uso casi masivo del oro como joya en las personas por un tema cultural como obsequios, regalos, adorno o legado de inversión de alto aprecio entre la población común y dado que la India tiene un crecimiento descomunal lo más probable es que la demanda siga aumentando a pesar que ya existe impuestos sobre el oro de manera personal en India. A esto hay que sumar que cada onza producida en el mercado está prácticamente vendida incluso antes de su producción y la demanda de todos los bancos centrales de países ricos ha crecido en la medida de sus posibilidades en su compra sostenida de oro sólido para sus arcas. Esto nos da una ecuación sostenidamente creciente en la demanda de oro en un contexto donde la oferta de oro es cada vez menor porque la producción de las minas en el mundo ha decrecido por diversos factores y porque cada vez es más difícil sacar adelante un proyecto de producción de oro al mercado sea por factores sociales, ambientales, legales, políticos o regulatorios. El hecho concreto es que ante una oferta decreciente de oro y una sostenida demanda creciente del metal precioso en un contexto donde el dólar no tiene sustento real y esta inflado, en ese contexto el valor del oro solo puede crecer en el largo plazo corrigiendo la actual distorsión donde el oro esta aguantado artificialmente en el corto plazo.

El valor meta del oro para mediano plazo deberá superar los 5Mil dólares la onza con comodidad y prospectivamente los 15Mil dólares la onza hacia el largo plazo si se respalda la actual emisión de dólares en sustento de oro como responsablemente debe ser para volverse consistente, esto obliga a una corrección en los mercados donde actualmente el oro está valuado en 1250 dólares la onza siendo un precio irreal que será indudablemente corregido con el tiempo. El problema real consiste en determinar el momento y la duración de la corrección así como estimar los efectos de la misma para los distintos actores económicos vinculados al oro. Mientras tanto, con un oro de bajo precio como el actual a 1240 dólares la onza, solo queda comprar metal o adquirir activos como inversión de largo plazo pues las oportunidades no duran para siempre.

El otro fenómeno interesante de analizar es el enorme crecimiento del precio del barril de petróleo que ha llegado a límites astronómicos superando los 100 dólares por barril a partir de un juego de oferta y demanda donde los países árabes, el oriente medio y Venezuela juegan un papel importante sustentado en un precio del petróleo definido por condiciones vinculadas a la estricta oferta y la demanda del mercado. Sin embargo el sueño del petróleo de los productores actuales y de los especuladores de crudo real o en papel no va a durar para siempre, primero porque la búsqueda de energías limpias ha logrado desarrollar combustibles alternativos y segundo porque ya se ha logrado la tecnología para convertir gas natural en gasolinas convencionales de manera segura, eficiente y barata, con lo cual las reservas mundiales de gas principalmente de América, Asia y Europa se volverían un nuevo eje principal en el mundo que desplazaría en forma casi inmediata a los actuales productores de petróleo convencional generando como consecuencia que el barril de petróleo baje por un ascensor en caída hasta valores menores que no podrían superar los 20 dólares por barril en el largo plazo, una verdadera transformación que representa una dura realidad para los inversionistas sofisticados y para los especuladores del petróleo.

Como podemos apreciar en un contexto como el actual a inicios del 2014 donde la frágil economía mundial es electrónica y de papel de manera masiva con un exceso de miles de millones de dólares sin sustento en el mercado y donde en países emergentes como el nuestro donde subsiste una gran esfera de economía informal fuera del sistema que nueve grandes cantidades de efectivo fuera del sistema económico de mercados formales, solo resta refugiarse inteligentemente con la toma de activos con fundamento y valor de respaldo real. La realidad no puede ser superada por la ficción que nos muestra un mundo burbuja que puede desaparecer en el momento menos previsto para los actores económicos de un mercado internacional tan vulnerable como el nuestro.

mschwarz@bygsac.com

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